Los planes de Las Vegas Sands para continuar atraen animadversión de los locales ante una variedad de preocupaciones. Algunos han llegado a acusar a la compañía de casino y hospitalidad de lo que denominaron «racismo ambiental». LVS, para dar contexto, planea desarrollar el famoso Nassau Coliseum en un buque insignia de hospitalidad, entretenimiento y casinos de varios miles de millones de dólares, si la empresa obtiene una de las tres licencias en el estado de Nueva York.
Se espera que el resort ofrezca juegos de última generación, un hotel de 5 estrellas, restaurantes de lujo y opciones de entretenimiento relajante. Sin embargo, existe escepticismo con respecto al proyecto de casino de la empresa. Algunos han acusado a LVS y al gobierno local de hacer acuerdos a puertas cerradas y de no mantener transparencia suficiente. Finalmente, la Corte Suprema del Estado de Nueva York acordó que el operador y el condado habían cometido violaciones a las leyes de reuniones abiertas. Desde el principio, Di No al Casino, un grupo cívico, se ha opuesto al proyecto de casino. El grupo está preocupado, entre otras cosas, por el efecto potencialmente desastroso que el proyecto de casino en el Condado de Nassau podría tener en el medio ambiente.
Una de las principales preocupaciones es la constante escasez de suministro de agua potable, que podría empeorar dramáticamente con la construcción de un hotel enorme. Además, Di No al Casino también está preocupado por la ubicación del inmueble, sugiriendo que podría perjudicar a los grupos minoritarios locales. La organización insinuó que un nuevo casino no solo tendría consecuencias ambientales, sino también económicas y sociales que recaerían sobre las comunidades minoritarias vulnerables. Según Di No al Casino, continuar con el nuevo inmueble sería nada menos que «racismo ambiental». Actualmente, el proyecto de casino está siendo sometido a una revisión que determinará si el resort violaría la Ley de Revisión de Calidad Ambiental del Estado (SEQRA). Esta revisión bloqueará temporalmente a LVS de finalizar la adquisición del Nassau Coliseum. Este bloqueo temporal podría poner en peligro la licencia de casino de LVS, aumentando la presión a la que se enfrenta la compañía. Para colmo, los resultados de la revisión podrían potencialmente exponer problemas que LVS se vería obligada a abordar si espera ser elegida para una de las licencias.
Afortunadamente para LVS, la entrega de las licencias se sigue retrasando, brindándole a la compañía de casinos suficiente tiempo para abordar los problemas.
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